domingo, 11 de septiembre de 2016
jueves, 8 de septiembre de 2016
¿Porqué debemos de seguir una dieta hipoyódica previa a la ablación?
Una dieta baja en yodo de corta duración es otra parte en la
preparación necesaria para recibir la terapia con RAI, para el
cáncer tiroideo papilar o folicular (o alguna de sus variantes).
Esta dieta, recomendada por la Asociación Americana de
Tiroides, aumenta la eficacia del tratamiento con el RAI.
• La dieta dura aproximadamente desde 1 a 2 semanas antes
del yodo radiactivo, hasta 1 o 2 días después.
• La dieta reduce el consumo regular de yodo para que cuando
se administre el RAI para el tratamiento, cualquier célula
tiroidea remanente, incluyendo las células de cáncer tiroideo,
estén “hambrientas” de yodo. Estas células absorberán
entonces el yodo de forma más rápida, lo que eventualmente
las destruirá.
• Una dieta baja en yodo contiene menos de 50 microgramos
de yodo al día. El yodo no está relacionado con el sodio, así
que ésta no es necesariamente una dieta baja en sodio. La
recomendación básica de yodo son 150 microgramos al día.
La mayoría de las personas en los Estados Unidos consume
mucho más de 150 microgramos al día.
• Las comidas y bebidas que se consuman tendrán una pequeña
cantidad de yodo, que no rebasará los 50 microgramos al día.
• Existen ligeras variaciones en las recomendaciones de los
diferentes médicos. Las guías y recomendaciones de ThyCa
han recibido revisiones y aportes de numerosos especialistas
en cáncer tiroideo.
Con el fin de hacer más fácil el proceso te recomendamos comenzar la dieta baja en yodo desde la primera semana de la suspensión de la Levotorixina excluyendo los alimentos ricos en yodo poco a poco y realizarla al 100% las últimas dos semanas como indican las guías.
Con el fin de hacer más fácil el proceso te recomendamos comenzar la dieta baja en yodo desde la primera semana de la suspensión de la Levotorixina excluyendo los alimentos ricos en yodo poco a poco y realizarla al 100% las últimas dos semanas como indican las guías.
Preparación para el RAI (yodo radiacrivo)
Elevando su nivel de TSH
Su nivel de TSH (Hormona Estimulante de Tiroides o
tirotropina) debe estar por encima del rango normal para que el
tratamiento con yodo radiactivo sea más eficaz. Esto debido a
que la TSH estimula al tejido tiroideo, bien sea normal o
canceroso, para que absorba yodo, incluyendo el RAI.
Otro motivo por el cual elevar su nivel de TSH es que las células
cancerosas no absorben el yodo de forma tan adecuada como las
células tiroideas normales. Aumentar los niveles de TSH antes
de su tratamiento con el RAI ayuda a que las células cancerosas
absorban mucho mejor el yodo.
Existen dos formas de incrementar su nivel de TSH. Ambas
formas son igualmente eficaces. Su médico puede tener motivos
especiales para recomendar una opción sobre la otra,
dependiendo de su situación.
1. Suspensión del reemplazo de hormonas tiroideas: Usted
dejará de tomar hormonas tiroideas por un periodo de 3 a 6
semanas antes de recibir el RAI. Detener la ingesta de
hormonas tiroideas hará que su TSH aumente a un nivel de
30 o superior, muy por encima del nivel normal. Usted
quedará significativamente hipotiroideo y es muy probable
que experimente síntomas y signos de hipotiroidismo.
O
2. Inyecciones de Thyrogen®: Thyrogen es el nombre
comercial de la tirotropina alfa recombinante humana TSH
(rhTSH). Recibir inyecciones de este medicamento días antes
de su ablación eleva sus niveles de TSH rápidamente. De esta
forma, usted no experimenta semanas de hipotiroidismo.
26 Guía Básica del Cáncer Tiroideo • www.thyca.org
¿Cómo me Puedo Sentir Durante la Fase de
Hipotiroidismo con la Suspensión de Hormonas
Tiroideas?
Aunque el hipotiroidismo resultante de la opción 1 (suspensión
del medicamento) es pasajero, con una duración de unas cuantas
semanas, puede ocasionar uno o más síntomas. Estos pueden
incluir cansancio, aumento de peso, sueño, estreñimiento,
dolores musculares, disminución en la capacidad de
concentración y cambios emocionales parecidos a la depresión,
entre otros. Algunas personas presentan síntomas leves, otras
personas, síntomas más graves.
Durante la fase de suspensión de la hormona tiroidea y para
reducir los síntomas de hipotiroidismo, su médico puede
recetarle una hormona tiroidea de acción corta llamada
Cytomel™ (T3) durante algunas semanas. Se le pedirá que la
suspenda aproximadamente 2 semanas antes de recibir el RAI
para asegurarse de que su TSH esté lo suficientemente elevada
para recibir el tratamiento con yodo radiactivo.
Como se mencionó previamente, ambos métodos para elevar la
TSH tienen tasas de éxito comparables en la ablación de los
remanentes tiroideos. Por este motivo, se utiliza cada vez más
Thyrogen® para evitar los síntomas de hipotiroidismo en estos
pacientes.
Ablación con yodo radiactivo I-131
Usted puede recibir yodo radioactivo (también conocido como
radio-yodo, I-131 o RAI) algunas semanas después de su cirugía
para la eliminación (ablación) de cualquier célula cancerosa
(papilar o folicular) o tejido tiroideo residual que el cirujano no
haya podido extirpar. La ablación también está dirigida a
eliminar las células de cáncer tiroideo que se hayan podido
diseminar a otras partes del cuerpo.
La eliminación de los remanentes de las células tiroideas
normales facilitará el monitoreo permanente de recurrencias. La
ablación con el RAI también ha demostrado mejorar las tasas de
sobrevida cuando el cáncer se ha extendido al cuello o a otras
partes del cuerpo.
La recomendación del RAI dependerá de ciertos factores
involucrados en el estadiaje del tumor. Su médico discutirá
con usted sus beneficios y riesgos. Normalmente no se
recomienda el uso de RAI en pacientes de bajo riesgo (ver la
sección de estadiaje).
Si el RAI es parte de su tratamiento, usted lo recibirá
probablemente entre 3 y 6 semanas después de su cirugía. Usted
ingerirá el RAI en forma de una o más cápsulas (píldoras) o
líquido.
El RAI funciona porque la glándula tiroides necesita yodo, y lo
absorbe del torrente sanguíneo. Cuando usted ingiere el RAI, (el
isótopo I-131), éste llega a su glándula tiroides a través del
torrente sanguíneo. La radiación destruye las células tiroideas,
tanto cancerosas como normales, con un efecto mínimo sobre el
resto del cuerpo.
La dosis de I-131 utilizada para la ablación se mide en
milicuries (mCi). La dosis para la ablación de tejido residual
varía de 30 a 100 mCi. Algunas veces la dosis es mayor (100 a
200 mCi) para personas con enfermedad más diseminada. En
muy raras ocasiones, se puede llegar a utilizar una dosis aún
mayor.
Guía Básica del Cáncer Tiroideo • www.thyca.org 25
También se debe mencionar que el RAI es seguro en personas
que son alérgicas a los mariscos o al medio de contraste yodado,
ya que la reacción alérgica es contra la proteína o el compuesto
que contiene yodo, y no al yodo mismo, y también porque la
cantidad de yodo administrada en el tratamiento con RAI es
mucho menor que la utilizada en otras fuentes.
sábado, 3 de septiembre de 2016
Nuestra misión y visión
La asociación hondureña de cáncer de tiroides (AHCAT) es una organización independiente y sin fines de lucro, un grupo de voluntarios organizados que han sufrido o están sufriendo un cáncer de tiroides, en sus vidas, en su familia, entre sus amigos y quieren que su experiencia sirva a otras personas.
- Saben que estar informados les ayuda a participar en las decisiones importantes sobre su salud y hacer más llevadero su proceso de curación.
- Comparten la misma sensibilidad respecto a este tema, porque conocen de cerca los problemas que enfrentan los pacientes, debido a la falta de información y altos costos del tratamiento con yodo radiactivo (I-131) y seguimiento de la enfermedad.
- Compartir de forma constructiva nuestra experiencia concienciando a la población sobre la importancia de la prevención y detección precoz.
- Acompañar a los que ahora están pasando la enfermedad proporcionando al paciente información sobre su enfermedad y los recursos disponibles.
- Trabajar en coordinación con todas las entidades médicas, científicas y asociaciones implicadas ya sean de carácter público o privado, nacionales o internacionales, para la implantación efectiva de los mejores protocolos, tratamientos y practicas posibles.
- Sensibilizar a la sociedad y a los organismos competentes sobre las necesidades de las personas con cáncer de tiroides.
- Ser interlocutor válido ante los organismos públicos o privados para velar por las necesidades y derechos de los pacientes.
- Promover la obtención de ayudas para pacientes que carezcan de los medios necesarios para llevar a cabo sus tratamientos.
- Crear una red de información, orientación y asistencia a los pacientes y sus familiares.
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